Durante las erupciones, el calor habría derretido grandes cantidades de hielo, que luego se habrán convertido en cuerpos de agua dentro de los glaciares como burbujas de líquido en un cubo de hielo medio congelado. Los lagos podrían contener cientos de kilómetros cúbicos de agua, aseveran los investigadores.
A pesar de las frías condiciones del planeta rojo, el agua podría haber permanecido en estado líquido durante cientos o incluso varios miles de años, calcularon los científicos. Este tiempo podría ser suficiente para que los lagos fueran colonizados por formas de vida microbianas, si este tipo de organismos habitaban antes el planeta.
Además, los investigadores suponen que la parte del hielo glacial todavía puede permanecer en esta zona del planeta, enterrada bajo rocas.
Asimismo, el hielo puede conservar en pequeñas burbujas ejemplares de la atmósfera de Marte de cientos de millones de años atrás y los posibles restos de vida. Con ello, "un depósito de hielo existente también puede ser una fuente de agua aprovechable para la futura exploración humana", opinan los científicos.
