Si un objeto así de grande y a tanta velocidad chocara contra la Tierra, la energía liberada superaría a la de las bombas atómicas y se mediría en los megatones de una bomba de hidrógeno, comenta el astrónomo Bob Berman, quien admite que es desconcertante que un asteroide tan grande fuera descubierto hace tan poco, el 23 de abril.
Sin embargo, no hay que preocuparse: en el punto más cercano de su órbita a la Tierra, el que alcanzará el 8 de junio a las 05:56 GMT, el asteroide estará unas 3 veces más lejos que la Luna.