La molécula descubierta, conocida como OH +, es una combinación de carga positiva de los átomos individuales de oxígeno e hidrógeno, informa Europa Press. Cuando las estrellas de peso medio o bajo como el Sol se acercan al final de su vida, se vuelven densas enanas blancas y expulsan las capas exteriores de gas y polvo al espacio. Así se forma un caleidoscopio de patrones intrincados llamados nebulosas planetarias.
Precisamente en estas nebulosas planetarias fue descubierta la molécula crítica necesaria para la creación de agua. Al igual que las supernovas de las estrellas de más peso, las nebulosas enriquecen el medio interestelar local con los elementos de la vida como el carbono, el nitrógeno y el oxígeno, producidos por la fusión nuclear en la estrella madre. Mientras tanto, el núcleo restante de la estrella con el tiempo se convierte en una enana blanca caliente que emite radiación ultravioleta en su entorno. Esta radiación puede destruir las moléculas expulsadas, pero, según los astrónomos, OH + parece acomodarse a este ambiente tan riguroso.
Aunque el fenómeno de las nebulosas planetarias se conoce ya desde el siglo XVIII, los estudios recientes han sido los primeros en identificar en ellas esta molécula, aunque aún está por verse si las condiciones permitirían la formación de agua, señala el medio.