Los arqueólogos descubrieron un huevo del parásito cerca de la pelvis en el esqueleto de un niño en el norte de Siria, que data de cuando las sociedades antiguas comenzaron a usar la irrigación en la agricultura, informa la agencia AP.
Los científicos sospechan que las nuevas técnicas agrícolas significaron que la gente pasaba mucho tiempo en agua templada, condiciones ideales para que los parásitos invadan el cuerpo. Eso puede haber provocado brotes de una de las enfermedades provocadas por los gusanos tremátodos, la esquistosomiasis.
"La invención de la irrigación fue un gran avance tecnológico, pero tuvo consecuencias no previstas", comenta Gil Stein, profesor de Arqueología del Cercano Oriente en la Universidad de Chicago, uno de los autores del estudio. "La cadena alimentaria más fiable llegó a costa de más enfermedades", agregó.
La gente puede contagiarse con el parásito solo cuando está en aguas templadas, los gusanos diminutos son transportados por caracoles y penetran la piel humana. Al convertirse en adultos infectan la vejiga, los riñones, los intestinos y otros órganos durante años. Los parásitos causan síntomas como fiebre, erupciones, vómitos y parálisis de las piernas. En la actualidad se puede tratar fácilmente con medicamentos que matan los gusanos.