El investigador y coautor del estudio, Robert Hogan, del King College de Londres, asegura que durante los inicios del universo se produjo una inflación cósmica, es decir, una rápida expansión del universo. Según explicó, dicha expansión provocó un temblor que debería haber desencadenado el colapso del universo.
Para llegar a esta conclusión, los físicos analizaron las observaciones del telescopio BICEP2, ubicado en la Antártida, los conocimientos de las propiedades de la inflación cósmica y los rasgos del bosón de Higgs. Con estos datos, Hogan y el físico Malcolm Fairbairn, también del Kings College de Londres, trataron de recrear las condiciones de la inflación cósmica después del Big Bang.
Las observaciones del BICEP2 apuntan a que el universo experimentó un gran impulso durante la fase de la inflación cósmica, que hubo una intensa fluctuación en su campo energético y el cosmos fue arrastrado hacia el denominado valle del campo de Higgs en una fracción de segundo. No obstante, si ese hubiera sido el caso, el universo tal y como lo conocemos hoy habría colapsado rápida e inevitablemente, señala la investigación.
Todo parece apuntar a que se han cometido fallos en algún cálculo llevado a cabo hasta la fecha o que los estudios carecen de algún 'ingrediente'.
"Estamos aquí hablando de ello", aseguró Hogan al portal Live Science. "Eso significa que tenemos que extender nuestras teorías para explicar por qué esto no sucedió".
En su opinión, es posible que las últimas teorías de la física no se hayan incluido en los cálculos. Otros investigadores sugieren que la información referente a la inflación cósmica no es del todo precisa y que el modelo de Hogan y Fairbairn necesite, por lo tanto, ser adaptado.