En la ciudad de Harbin, en el noroeste de China, por primera vez en la historia los robots humanoides compiten en las principales disciplinas deportivas.
Los deportistas androides, creados por jóvenes de China, Corea del Sur, Estados Unidos y Japón, compiten en atletismo, fútbol, volibol, boxeo y otras disciplinas no olímpicas como interpretación del tambor y danza.
El programa de competencias se realiza en la Universidad Tecnológica de Harbin e incluye 24 contiendas en las que se miden robots de varios tipos, desde los aparatos dirigidos a control remoto hasta máquinas humanoides autónomas.
Los participantes de estos Juegos Olímpicos cibernéticos todavía no destacan por su tamaño o su semejanza con los seres humanos. Para tomar parte en las competencias, los robots deben medir menos de 60 centímetros de altura, poseer una cabeza, dos brazos y dos piernas. Sus constructores gastaron ni más de 1,000 dólares en ellos y tardaron varios meses en crearlos.
Según afirma el profesor Piao Songhao, árbitro y supervisor de las competiciones, en estos Juegos se junta educación y entretenimiento a la vez, y los estudiantes y espectadores automáticamente aprenden algo nuevo de las tecnologías al ver la actuación de los robots.