Un fabricante de Estados Unidos comienza la producción de un medio de transporte insólito —el híbrido de una avioneta deportiva y un automóvil—. El invento de la compañía Terrafugia representa una nave aérea con aletas plegables que, fácilmente se convierte en un automóvil bien adoptado para todo el tipo de carreteras asfaltadas.
Recientemente el aparato ha obtenido el certificado de la Dirección Federal de la Aviación Civil de EE. UU. como un avión deportivo. Esta decisión solicitó una indulgencia por parte de las autoridades, a raíz de que su peso excedía el límite establecido para avionetas deportivas. Los funcionarios consideraron que el sobrepeso se debía a las bolsas de aire, el armazón y otros dispositivos destinados para asegurar el viaje. Y por eso era inoportuno insistir en que a la denominada ‘Transition’ la timonee un piloto profesional de la aviación civil.
El vehículo es capaz de acelerarse hasta la velocidad de 185 kilómetros por hora y llevar una carga de 430 kilogramos de peso. Se destaca, además, que en el maletero hay bastante lugar para los esquíes, las cañas de pescar o los palos de golf. Para la tranquilidad de los pasajeros inquietos el aparato está abastecido de paracaídas.
Al menos 70 personas que deseaban adquirir el nuevo vehículo han aportado ya la fianza de 10.000 dólares en espera de que la compañía productora, les entregue las llaves del vehículo en 2012 o incluso a finales de 2011. El precio alcanza los 200.000 dólares, mientras para los que no pueden permitirse tal lujo la compañía ofrece un pequeño modelo del vehículo hecho de papel; y su coste es 50.000 veces más bajo.
Merece ser mencionado aquí otro proyecto de un coche que vuela, es el denominado ‘Skycar’ que es accesible desde el 2005. Aunque fuera un modelo más veloz e incluso ecológico —consume alcohol y no queroseno como la nueva ‘Transition’—, no ha tenido éxito en el mercado debido a su coste que superaba 3,5 millones de dólares.
Este nuevo invento le falta el despegue vertical para corresponder a una imagen de la ‘Guerras de las galaxias’. No obstante, está diseñado para conducirlo, despegar y aterrizar en carreteras públicas, aparcándose a lo largo de los arcenes o en un garaje estándar.