Canavero, del Grupo Avanzado de Neuromodulación de Turín (Italia), publicó el año pasado una investigación inicial en la que dijo que el trasplante de cabeza podría ser llevado a cabo cortando las cabezas de dos pacientes al mismo tiempo, y luego refrigerando y lavando la cabeza que se trasplanta antes de instalarla en su nuevo cuerpo con un pegamento polímero. Sin embargo, muchos criticaron el método, apodado 'ciencia de Frankenstein', preguntando cómo proponía Canavero conectar las médulas espinales del donante y el receptor.
Ahora el científico asegura que la operación sería posible con ayuda de un cuchillo ultraafilado y una membrana especial llamada fusógeno, que sería inyectada entre los dos cortes en la medula espinal, informa 'The Local'. Canavero respaldó sus afirmaciones apuntando a los experimentos con ratas de la Universidad de Düsseldorf, Alemania, añadiendo que los animales tuvieron un uso totalmente recuperado de sus miembros después del procedimiento.
Sin embargo, no todos comparten su optimismo. Así, el doctor Calum MacKellar, del Consejo Escocés de Bioética Humana, rechazó los últimos hallazgos de Canavero señalando que "el mayor problema con este tipo de trasplante serían los nervios, y todavía no es posible". En el pasado, los trasplantes de cabeza en animales los dejaron paralizados y finalmente murieron. "Estaban paralizados desde la cabeza hacia abajo; a pesar de que el corazón aún latía, la función neurológica no funcionaba. Ese es el desafío más grande", agregó.