Por un periodo máximo de 12 meses, Bellini será testigo de las etapas finales de la vida de un iceberg hasta que este se derrita por completo.
Durante su lenta deriva hacia el sur, mientras el iceberg va perdiendo tamaño y solidez, Alex tendrá que adaptarse al medio para así asegurar su supervivencia. Para esta travesía el explorador italiano contará con una provisión de 330 kilogramos de alimentos conservados, se refugiará en una cápsula térmica y sus equipos técnicos serán propulsados por los movimientos de los remos del bote, que convertirán la energía muscular en electricidad.
Esta audaz campaña llega en un momento en el que varias organizaciones y científicos advierten de la pérdida acelerada de las capas de hielo del Ártico debido al calentamiento global, por lo que Bellini pretende que las personas reflexionen sobre el "débil equilibrio de nuestro ecosistema".
Pero esta iniciativa también tendrá fines científicos, ya que el explorador tiene previsto observar de primera mano los cambios en nuestro clima planetario.
"Mi objetivo es informar e investigar la vida útil de un iceberg. Quiero demostrar cómo el derretimiento de las capas de hielo se ha acelerado drásticamente en las últimas décadas. Además, quiero presentar la escena de un hombre flotando a la deriva sobre un iceberg, y esta por su parte representará las condiciones en las que se encuentra la humanidad, flotando a la deriva en un planeta en peligro", finalizó Bellini.