El principal objetivo del vehículo será poner una tripulación en la órbita de un asteroide y luego, para 2030 transportar a los astronautas a Marte. Según la NASA, posteriormente el cohete podría utilizarse para llegar a Saturno y Júpiter.
El portal recuerda que ahora la NASA no puede enviar a los astronautas estadounidenses al espacio y por eso EE.UU. tienen que pagar a Rusia por los viajes en el cohete portador ruso Soyuz.
La agencia ha comenzado a probar los modelos del SLS y la construcción inicial de algunos de los principales componentes. El primer vuelo de prueba tendrá un coste inicial de 7.000 millones de dólares y será posible reutilizar algunas partes del transbordador, incluidos los motores.
Sin embargo, este vuelo inicial estaba realmente programado para 2017 y a los legisladores del Congreso de EE.UU., que deben aprobar el presupuesto de la NASA, les precupan nuevos retrasos y sobrecostes.