La esquizofrenia no es una única enfermedad: son ocho

Durante más de un siglo la esquizofrenia ha sido considerada como una sola enfermedad. Sin embargo, un estudio reciente revela que es un grupo de trastornos compuesto por ocho enfermedades diferentes, cada una con su propio conjunto de síntomas.
A esta conclusión han llegado investigadores estadounidenses de la Escuela Universitaria Washington de Medicina de San Luis (Misuri), al analizar las influencias genéticas sobre el comportamiento de 4.000 personas con esquizofrenia diagnosticada. Paso a paso, los científicos identificaron grupos de genes distintos que contribuyen a la existencia de ocho clases diferentes de esa enfermedad mental.

Desde hace décadas se sabe que aproximadamente el 80% del riesgo de padecer de esquizofrenia se hereda, pero los científicos no habían sido capaces de identificar los genes específicos implicados en ese proceso. Ahora el colectivo de San Luis llegó a la conclusión de que no hace falta seguir buscando esos genes.

"Los genes no actúan por sí mismos", sostiene el psiquiatra Claude Robert Cloninger en el sitio web oficial de su institución científica. "Funcionan como una orquesta durante un concierto, y para entender cómo lo hacen hay que saber no solo quiénes son los miembros de la orquesta, sino también la forma en que interactúan".

"Lo que hemos hecho, después de una década de frustraciones en materia de genética psiquiátrica —adelantó—, es identificar la manera en que los genes se relacionan uno con otro; o aportan armonía a la 'orquesta', en el caso de las personas sanas, o la desorganizan, provocando distintas clases de esquizofrenia".

En los pacientes con alucinaciones o delirios, por ejemplo, los investigadores relacionaron características genéticas con los síntomas que los pacientes presentaban. Se detectó que algunas variaciones genéticas específicas interactuaban de tal manera que las probabilidades de sufrir de esquizofrenia se elevaban a un 95%. En otro grupo calcularon que las anomalías del habla y del comportamiento se asociaban específicamente con un conjunto de variaciones del ADN que propician la enfermedad con un 100% de probabilidad.

Los índices de correlación no dejan duda de que a las personas con ciertas variaciones genéticas les resulta casi imposible evitar la enfermedad. Y el colectivo de investigadores ha identificado 42 grupos de ese tipo de variaciones, que trabajan en conjunto para perturbar la estructura y la función de distintas regiones del cerebro, lo que finalmente da lugar a los trastornos.