Sin embargo, no solo los aparatos se ven afectados por la anomalía: los astronautas, al realizar sus paseos espaciales, informan de peculiares "estrellas fugaces", según cuenta un video publicado en la página oficial del proyecto Hubble.
La razón de la anomalía reside en los cinturones de radiación de Van Allen: dos nubes con forma de 'donut' que rodean nuestro planeta y atrapan las partículas cargadas que emanan constantemente del Sol o llegan desde las profundidades del espacio en forma de rayos cósmicos.
La SAA es una zona donde el cinturón interno de radiación de Van Allen se acerca más a la superficie de la Tierra, hasta una altura de 200 kilómetros, lo que conduce a un aumento del flujo de partículas energéticas en la región.
Los detectores del Hubble son muy sensibles a las partículas de alta energía y no sobrevivirían al bombardeo que tiene lugar en la anomalía. Así que durante el tiempo que el Hubble pasa allí deben permanecer apagados. Solo una de las cámaras del Hubble, la WFC3, puede continuar utilizándose en esta "área sin cobertura" electrónica.
El video muestra la increíble historia de lo que sucede cuando el Hubble pasa por esta misteriosa región. Las imágenes que produce su cámara se salen de lo común: están salpicadas de manchas, producto de los contundentes rayos cósmicos y un recordatorio de los peligros que acechan por encima de nuestra atmósfera.