Según los científicos, en la zona cercana de cráteres hay muchos lagos cuya procedencia creen que es la misma que la de los nuevos cráteres. Es muy probable que estos cráteres, al fin y al cabo, también se conviertan en lagos. Ahora mismo al menos uno de ellos, que tiene hasta 40 metros de profundidad, ya se está llenando de agua.
Los investigadores también predicen la aparición de nuevos fosos gigantes en los lugares de acumulación del gas subterráneo en esta región, lo que, según ellos, es un efecto del calentamiento global, que explicaría las explosiones del gas que producen los fosos. Según explicn, el calentamiento derrite el 'permafrost' en la región haciendo que la capa de superficie sea más delgada, y que el gas se dilate, aumentando la presión.
Esto es algo que preocupa a las compañías de producción del gas que operan en la zona, que ya han propuesto a científicos cooperar para investigar el fenómeno y reducir los riesgos para los empleados gasistas, informa el diario ruso 'KP'.