"Durante tres minutos desde la detección, el brillo de rayos X del destello era mayor que la luminosidad combinada en todas las longitudes de onda de ambas estrellas en condiciones normales", señaló Adam Kowalski, director de un detallado estudio sobre el evento. "Llamaradas así de grandes en las enanas rojas son extremadamente raras", concluyó.
El destello provino de una de las estrellas en un sistema binario cercano conocido como DG Canum Venaticorum (DG CVn), que está situado a unos 60 años luz de distancia de la Tierra. Ambas estrellas son enanas rojas cuyas masas y tamaños son aproximadamente un tercio de la de nuestro Sol. Orbitan mutuamente a una distancia promedio de cerca de tres veces la existente entre la Tierra y el Sol.
Según la NASA, esta erupción alcanzó temperaturas de 360 millones grados centígrados, lo que supone unas 12 veces más calor que el que hace en el centro del Sol. El destello del DG CVn fue unas 10.000 veces más poderoso que llamarada más grande jamás vista desde el Sol (la más fuerte antes de esta se clasificó como X 4,5 y ocurrió en noviembre de 2003).
"Este sistema está poco estudiado, porque no se encontraba en nuestra lista de vigilancia de estrellas capaces de producir grandes destellos", afirmó Rachel Osten, un astrónomo del Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial en Baltimore. "No teníamos ni idea de que el DG CVn pudiera hacer esto", concluyó.