Quienes decidan echar una mirada al cielo podrán ver a las estrellas fugaces 'salir' desde la constelación de Draco, que da nombre a esta lluvia de estrellas. El efecto tiene lugar cada octubre, cuando la Tierra pasa a través de las partículas que deja un cometa. En este caso se trata del cometa 21P/Giacobini-Zinner –descubierto en 1900–, que gira alrededor del Sol cada 6.621 años. Cada dos revoluciones alrededor de nuestra estrella el cometa se aproxima a la Tierra y se hace visible, aunque no a simple vista.
Las Dracónidas (conocidas también como las Giacobínidas) es una de las lluvias de meteoros más lentas, ya que sus meteoros recorren unos 20 kilómetros por segundo, a diferencia de otras lluvias, cuyos meteoros lo hacen a más de 70 kilómetros por segundo. Esto facilita su observación: las estrellas fugaces de las Dracónicas se deslizan por el cielo suavemente, sin prisa, en vez de aparecer durante una fracción de segundo, como lo hacen otros meteoros.
El mejor momento y lugar para observar las Dracónidas es después de la puesta del Sol (a diferencia de otras lluvias de estrellas, más observables en la noche), en el hemisferio norte. Por desgracia, este año no es el mejor para contemplar la belleza de las Dracónidas, ya que el evento coincide con la Luna llena, precisan los astrónomos. Sin embargo, a finales de este mes tendrá lugar otra lluvia de estrellas, las Orionidas.