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El presidente mongol sumerge para embelesarse ante el Baikal

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El presidente de Mongolia, Tsajiaguiyn Elbegdorzh, se convirtió en el primer jefe de estado quien participara en la exploración de las profundidades de Baikal, el lago más grande de agua dulce. Antes de él, en el mismo batiscafo Mir-1, se había sumergido al lecho Vladímir Putin (en 2009), pero ya
El presidente mongol sumerge para embelesarse ante el Baikal

El presidente de Mongolia, Tsajiaguiyn Elbegdorzh, se convirtió en el primer jefe de estado quien participara en la exploración de las profundidades de Baikal, el lago más grande de agua dulce. Antes de él, en el mismo batiscafo Mir-1, se había sumergido al lecho Vladímir Putin (en 2009), pero ya en sus funciones del primer ministro ruso.

Esta vez el sumergimiento no era tan profundo como suele ocurrir y no por una compasión ente el alto huésped de la expedición, sino debido a la coincidencia de su visita a la exploración de un sector concreto del hondo lacustre. Todo el período de dos meses de las inmersiones diarias está planificado detalladamente, y siempre es muy problemático adaptar el gráfico a los participantes V.I.P.

La ribera y el lecho son más suaves en declive en la zona adyacente a Turka —la pequeña localidad buriata en la costa oriental de Baikal— en comparación con el norte y el occidente, donde en tres pasos se logra la profundidad de centenas de metros. Y el presidente realizó su sumergimiento precisamente en aquella zona, de tal modo que la hondura máxima alcanzada fue tan sólo de cuatrocientos treinta y siete metros.

Sin embargo, al sumo líder mongol le gustó todo, el proceso y la rica naturaleza del lago que observaba a través de la redonda lumbre radel aparato. Le entregaron la constancia del hidronauta, el certificado que comprueba el hecho de su estancia en el fondo.

“Me sentí un cosmonauta en las aguas azules de Baikal y me arrobé ante los éxitos de mis amigos rusos”, confesó Tsajiaguiyn Elbegdorzh tras quitarse el vestido especial. “La palabra ‘baikal’ traducida del idioma mongol en una de las interpretaciones comprende ‘naturaleza’. Nos alegra que el mayor afluente del lago Baikal, el río Sélenga toma su venaja en las montañas de Mongolia —señaló—. Estamos decididos a salvaguardar este venaje como lo hicieron los próceres nómadas, tan estrechamente atados con la naturaleza”.

La visita del mandatario está vinculada con la reunión —presidida por él mismo— del convento de las etnias mongolas del mundo (lo que incluye a los buriatos así como por lo menos otros tres pueblos de la Federación de Rusia y dos de China). En connotación con este objetivo Elbegdorzh destacó que en muchas ocasiones había llegado a la República rusa de Buriatia y a Baikal, mientras viajaba por el ferrocarril Transiberiano; y este día era feliz de que la 4.ª sesión del convento que se celebraba en Buriatia, le entregara la oportunidad de llegar hacia este lugar una vez más.

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