El secreto consiste en que levadura, utilizada en la producción de cerveza, suele imitar los aromas de frutas para atraer moscas, que transportan estos hongos microscópicos a nuevos lugares.
"Las moscas se pueden alimentar de levadura, y esta última se beneficia del movimiento de ellas", explicó el investigador belga Kevin Verstrepen, citado por 'Business Insider'.
Los microorganismos consumen azúcares, convirtiéndolos en dióxido de carbono y alcohol.
La cerveza y el cava retienen el gas, y en la producción de vino lo dejan escapar.
La levadura también produce compuestos aromáticos que determinan el sabor, aroma y calidad de dichas bebidas.
El estudio publicado en la revista 'Cell Reports' mantiene que las cepas de levadura son responsables por las diferencias en el sabor de cervezas y vinos.