Los cálculos de Mallet no indican que el aparato deba tener grandes dimensiones o un aspecto similar a una cabina de ascensor, como se han encargado de hacernos creer la literatura y el cine de ciencia ficción. Podría consistir simplemente en un haz de rayos láser que permita utilizar la energía luminosa para curvar el tiempo. Eso se podrá conseguir mediante espejos e instrumentos ópticos dispuestos debidamente, cree el científico.
Durante un tiempo el científico investigó los agujeros negros porqué creía que saber más sobre ellos nos permitiría comprender mejor los viajes intertemporales, pero ahora admite que utilizó los estudios sobre esos objetos celestes en parte también "como tapadera", revela el sitio web Guardian Liberty Voice. La razón de ello es que entonces hablar sobre viajes en el tiempo se consideraba una locura. De todas formas, lograr reproducir las condiciones de los agujeros negros en la Tierra ayudaría a avanzar en el estudio de los viajes por el tiempo, pues se cree que el espacio-tiempo se enrosca alrededor de estos objetos espaciales.
Mallet insiste en que sus investigaciones se circunscriben a los cálculos matemáticos teóricos y que la construcción del aparato correspondería a los físicos experimentales. Asegura, no obstante, que en los desplazamientos hacia delante o hacia atrás en el tiempo no hay nada improbable, siempre que se disponga de una máquina del tiempo conectada como punto de partida y punto de llegada.
Los primeros 'viajeros' en el tiempo serían los códigos binarios, capaces de transmitir cualquier objeto en forma virtual. En esa etapa ni se podría hablar de enviar un mensaje al período jurásico, puesto que los dinosaurios lo tendrían harto difícil para descifrar códigos binarios.
Si la máquina del láser estuviera conectada durante 200 años consecutivos sería posible mandar mensajes binarios a cualquier momento puntual dentro de este periodo de dos siglos, asegura el profesor. De todas formas es poco probable que utilicemos esta hipotética máquina para visitar a nuestros futuros yoes durante el fin de semana o para entablar amistad con los hombres prehistóricos, ya que lo más seguro es que su acceso esté muy restringido y solo se utilicen para prevenir sobre desastres naturales.