"Los cometas tienen esta belleza de haber conservado la composición de los ingredientes de los que se formó todo el sistema solar", dijo el astrofísico, quien agregó que "la mayor parte del carbono [que compone el cometa] está en forma de moléculas complejas que se formaron antes que se formaran planetas, probablemente con un alto nivel de complejidad".
Bibring se mostró convencido de que "estas moléculas, con su composición y estructura particular, cuando fueron 'alimentadas' en los océanos de la Tierra y posiblemente de otros planetas, fueron el eslabón que faltaba para la aparición de la vida".
El astrofísico indica que la misión de Philae debe responder a dos preguntas: ¿Cuáles son estos componentes? y ¿Estos constituyentes y este proceso son exclusivos de nuestro sistema solar o son generados por todo el universo?
"En otras palabras: esto debe darnos algunas pistas sobre si estamos solos en el universo o no", señaló.
La sonda Rosetta de la Agencia Espacial Europea lanzó este miércoles el robot Philae, que inició un vuelo de siete horas hasta la superficie del cometa 67P/Churiúmov-Guerasimenko en un intento de realizar el primer aterrizaje de este tipo en la historia tras más de diez años de viaje interplanetario a más de 400 millones de kilómetros de la Tierra.
El cometa, que va a entrar ahora en la historia junto con la sonda de la agencia europea, fue descubierto en 1969 por los científicos soviéticos Klim Churiúmov y Svetlana Gerasimenko, cuyos apellidos lleva.
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