Klim Churiúnov, el descubridor del cometa 67P/Churiúmov-Guerasimenko, explicó en una entrevista al periódico ruso 'Komsomólskaya Pravda', por qué las investigaciones realizadas por el módulo Philae pueden tener un gran valor para la humanidad.
Philae es el módulo de aterrizaje que la sonda espacial Rosetta hizo aterrizar en la superficie del asteroide 67P/Churiúmov-Guerasimenko el pasado 12 de noviembre. Pero su llegada al cuerpo rocoso se vio opacada por problemas vinculados a malas estimaciones de la superficie del mismo. Se cree que el módulo habría tropezado con unas rocas poco iluminadas por la luz solar, y que se encuentra perdido entre las sombras del cometa, lo que dificulta su trabajo. "Hoy en día sus baterías están agotadas y estamos esperando a que el sol arroje luz sobre el sector donde se encuentra, lo que nos ayudaría a ponerlo nuevamente en funcionamiento", afirma el científico, citado por ‘Kp.ru’.
Según el especialista, la evolución de la técnica espacial para el aterrizaje en cometas y asteroides representa un gran hecho que ayudará a salvar la Tierra. Se prevé que en el año 2029, a solo unos 30.000 kilómetros de nuestro planeta, pasará el Apofis, un asteroide muy peligroso y no se descarta la posibilidad de un impacto con nuestro planeta.
La consecuencia de tal colisión podría ser la desaparición total de Europa. Más allá de si esto sucede o no, tarde o temprano un asteroide impactará en la Tierra y ante ese hipotético caso podría enviarse un módulo portando cohetes nucleares, con el objetivo de que aterrice en él y lo haga explotar.
“El aterrizaje del módulo Philae en el cometa 67P/Churiúmov-Guerasimenko nos debe dejar un aprendizaje pensando en el futuro de la Tierra”, opina Klim Churiúnov.