Los planetas que aparecen en la película son "recreaciones digitales de lugares actuales del Sistema Solar basadas en fotografías y mapas con acceso libre", explica Wernquist. "La idea de la película es demostrar una vista de la maravillosa naturaleza de los mundos cercanos como si estuviéramos allí", añade el artista.
Pese a que reconoce haber quedado "deslumbrado" por la película, el biólogo de la Universidad de Minessota, PZ Myers, asegura en Free Thought Blogs que el mensaje de la película y de Carl Sagan es problemático.
"La filosofía de Sagan expuesta en la película, según la cual deberíamos buscar nuevos territorios cuando 'se acaben los largos veranos, los inviernos suaves y las grandes cosechas' es la filosofía de langostas", advierte Myers.
"La tundra contiene más vida que llanuras heladas de planetas lejanos. Además, los anillos de Saturno, en el fondo, no son un paisaje tan maravilloso como la puesta de sol vista desde la Tierra", dice el biólogo.
Myers explica que, según Sagan, "en vez de aprender a sostener y mantener los ciclos naturales", planearemos conquistar otros planetas y explotar sus recursos, "sin pensar en que cualquier lugar en el Sistema Solar podría ser un infierno en comparación con nuestro planeta".