Investigadores de la Universidad de Washington han llevado a cabo experimentos consistentes en dirigir los rápidos pulsos de la luz infrarroja emitidos por potentes láseres hacía la retina de ratones y de humanos. En estas condiciones, dos ondas de luz infrarroja pueden coincidir al alcanzar el ojo, momento en que recibe energía infrarroja doble y ve destellos de color verde.
Las partículas de luz o fotones son absorbidas por la retina, que crea fotopigmentos que convierten la luz en visión. Normalmente, un fotopigmento "consume" un solo fotón, pero durante el experimento, algunos fotopigmentos pudieron absorber a la vez dos fotones de luz infrarroja, momento en que esta luz 'invisible' pudo ser vista.
El ojo humano puede ver ondas de luz de 400-720 nanómetros de longitud. La onda de luz infrarroja es de 1000 nanómetros de longitud, pero al coincidir dos ondas infrarrojas producen energía que equivale a la energía de una onda de 500 nanómetros de longitud, que es visible y es de color verde.