Animales, nuevas víctimas de los incendios

Un refugio de animales ubicado en el sureste de la Provincia de Moscú fue cercado por el fuego. Sus empleados se ven obligados a luchar contra las llamas y temen no poder evacuar a tiempo a las mascotas.

Aunque lleva el nombre de “Bim”, muy usado para nombrar a los perros en Rusia, este refugio no es sólo una perrera. Es en realidad un verdadero zoológico con más de mil animales de distintas especies, que por diversas razones terminaron allí, ya que eran muy vulnerables en su hábitat natural. Pero estos días, la amenaza llegó al hogar para romper la tranquila rutina.

Según contó Andrey Lébedev, veterinario del refugio, hace dos días los incendios llegaron a solo 150 metros del cerco de los animales. “Tuvimos que combatir las llamas con el esfuerzo de nuestros empleados”.

El refugio, ubicado en la aldea de Joteichi, se encuentra en medio de un bosque y desde que empezaron los incendios forestales quedó absolutamente cercado por las llamas. El trabajo de los bomberos es continuo para extinguir los principales focos de fuego. Sin embargo, a veces los recursos escasean, por eso los responsables del lugar no cesan sus esfuerzos para salvar a los animales.

El director del refugio Serguéi Serdiuk cuenta que la maquinaria contra incendios está en la entrada de la aldea y allí no hay demasiados incendios. “No quiero ser injusto, pero algunas veces hemos tratado de llamar a los bomberos porque ardía el bosque más cercano y nos han dicho que todos los camiones cisterna estaban ocupados y que debíamos arreglarnos con nuestros propios esfuerzos. Y así lo hicimos.”

En cambio, los bomberos explican que la gente no debería ofenderse. “Nuestra maquinaria es muy antigua. Los carros tienen 30 años. Pero trabajamos mucho…En esta zona la situación no es tan difícil como en otras partes”, indica Vyachislav Pankrátov, jefe de cuartel de bomberos No. 249.

Pero en el refugio nadie está tranquilo. De los 30 trabajadores del lugar, la mitad se queda cuidando a los animales, mientras la otra mitad pasan estos días convertidos en bomberos a la fuerza. Los vecinos del lugar suman su ayuda para evitar que las jaulas se quemen. Todos comparten un mismo temor: saben que si el fuego finalmente gana la batalla y se sale de control, la situación se transformaría en una tragedia.

El veterenario Andréi Lébedev opina que será casi imposible organizar una evacuación. “Podríamos llevarnos a los perros y los gatos, pero no imagino la evacuación de por ejemplo los osos. Necesitaríamos mucho tiempo para preparar las jaulas”. Serguéi Serdiuk afirma que los colaboradores del refugio están preparados para combatir allí mismo, no tienen otro remedio. “Si el fuego llega hasta el refugio, ya estamos listos: hemos llenado todos los depósitos de agua disponibles. Vamos a encontrarnos aquí con las llamas.”

Mientras tanto, los animales ajenos al inusual fenómeno que tiene en riesgo sus vidas soportan el sofocante calor y el aire contaminado, lo que obliga a los veterinarios a extremar los controles. Mientras buscan sombras y lugares más frescos, todos en el lugar esperan que finalmente los incendios sean cosa del pasado y el aire puro vuelva a inundar sus pulmones.

Refugiarse del sol a toda costa es el objetivo. Como puedan. Mientras tanto, dos baños de agua fría por día y píldoras para estabilizarlos son algunos de los cuidados que reciben estos animales, pues según los veterinarios el humo y el calor son para ellos la peor combinación. Por ahora la situación está controlada, pero los dueños de los refugios advierten que si el problema de los incendios se extiende por más tiempo, todo podría ser muchísimo más grave.