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Diez pasos para suavizar los efectos del cambio climático

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Ante los caprichos impredecibles de la naturaleza, que causan en algunos países calores extremos e incendios forestales, mientras en otros abundantes precipitaciones e inundaciones, National Geographic ofrece tácticas a nivel personal para remediar el cambio climático.

Ante los caprichos impredecibles de la naturaleza, que causan en algunos países calores extremos e incendios forestales, mientras en otros abundantes precipitaciones e inundaciones, National Geographic ofrece tácticas a nivel personal para remediar el cambio climático.

La revista centra sus recomendaciones en la protección de los océanos del mundo. El programa está compuesto por 10 puntos.

Entre los primeros pasos a seguir están soluciones más obvias:

1. Reducir el consumo de energía

Es decir, dejar los coches en casa siempre que se pueda y ser conscientes de las cantidades de energía consumida en casa y también en la oficina: emplear focos fluorescentes, ya que son más económicos y subir y bajar por las escaleras en vez de recurrir al ascensor.  

La segunda parte de ese punto - usar un abanico en vez de aire acondicionado y abrigarse mejor en vez de emplear calefacción, no parece tan adecuada para todos los países.

En Rusia, por ejemplo, con las temperaturas de invierno entre cinco y 30 grados bajo cero, al apagar la calefacción uno se arriesga no solamente congelarse vivo, sino también a dejar sin agua todo el edificio, debido a que las tuberias de agua también se congelarían. El último año hubo sorpresas, además del horno infernal en el que se convirtió la parte central del país en el verano, tradicionalmente no equipada con aires acondicionados, se demostró con toda la claridad que un abanico no puede ser una buena solución.

2. Elegir bien los productos marinos para el consumo

El segundo punto del programa consiste en tener mucho cuidado, desde el punto de vista medioambiental, a la hora de elegir qué comer. Y parece mucho más fácil de seguir. Así se contribuirá a reducir la demanda de especies sobreexplotadas, eligiendo las que no sólo sean saludables, sino también sustentables.

Las poblaciones de pescado se reducen muy rápidamente a causa de la demanda global, la pérdida de los hábitats naturales y las prácticas irracionales de la pesca.


3. Usar menos plástico

El tercer paso podría reducir daños medioambientales no solamente para los océanos, sino también en tierra firme. Usar botellas de agua reciclables, preservar comida en contenedores no desechables y emplear bolsas reutilizables (o traer consigo su propio saco cuando va de compras) y desde luego, reciclar tanto cuanto sea posible limitaría los efectos negativos que tiene el plástico en el medioambiente.

El plástico suele acabar su ruta vital en las aguas oceánicas, con lo cual destruye los hábitats naturales de muchas especies y da muerte a decenas de miles de animales marítimos cada año.

4. Ayudar a cuidar las playas

La cuarta medida ofrecida es para aquellos que aprovechan sus vacaciones en la costa. Implica explorar y apreciar el océano sin entrometerse con la vida salvaje, sin remover rocas y corales, por ejemplo.

Además, siempre que uno practique buceo, sufeo o simplemente goce del sol tumbado en una playa, deberá proteger las aguas naturales ´liquidando´ todas las huellas de su ´visita´, es decir no dejar basura… National Geographic acompaña esta recomendación con un consejo para hacer que funcione también la consciencia de la gente a su alrededor: convencer a los otros que respeten el medioambiente marino.

La última parte ofrecida del punto tiene un carácter más bien local o temporal, aunque sea ocasionalmente accesible para la mayoría, por ejemplo de nuevo durante las vacaciones participar en labores de limpieza de playas.

5. No comprar objetos que exploten la vida marítima

El quinto remedio también está destinado a limitar la demanda ´malsana´. Se recomienda evitar la compra de objetos como joyas de coral, conchas o productos fabricados de tiburones, es decir de ´objetos´ que contribuyen a dañar las frágiles arrecifes de corales y poblaciones marítimas.

6. Ser un dueño amigable de "mascotas" marítimas

La siguiente medida acentúa cuestiones muy vitales para cualquier persona dueña de animales domésticos.

Por un lado, advierte sobre alojar en un acuario peces cazados de manera furtiva. Por otra, pide cautela en la liberación peces de acuarios en aguas naturales, ya que las especies no nativas pueden afectar el ecosistema existente.

Sin embargo, las instrucciones no se limitan a prescripciones a los dueños de los acuarios: exhortan también a leer siempre las etiquetas de la comida para los animales domésticos y tomar en cuenta la sustentabilidad de los productos del mar a la hora de elegir la dieta.

Además, se insiste en no tirar la arena higiénica de un gato al baño: puede contener patógenos dañinos para la vida marítima.

7. Apoyar a organizaciones que se dedican a proteger los océanos

Empezando con el séptimo punto, National Geographic pasa de unas medidas a nivel puramente personal a unas más generalizadas.

Precisa que hoy en día muchas instituciones y organizaciones luchan por proteger los hábitats oceánicos y la vida marina salvaje. Aconseja considerar la posibilidad tanto de donarles recursos financieros, como ofrecerles sus servicios como voluntario.

En caso de residir cerca de una costa, se recomienda incorporarse en un grupo local de protección de medioambiente y participar en sus proyectos. 

8. Ser agente de cambios en su comunidad

National Geographic afirma que cualquier persona amistosa hacia el medioambiente debe ser políticamente activa: antes de votar, debe investigar la política oficial de las autoridades locales hacia el Océano y mantener contactos con sus representantes locales, informándoles de apoyar proyectos de protección de la vida marina.

Se acentúa otra vez la necesidad de reducir la demanda ´malsana´: se recomienda frecuentar restaurantes y tiendas que ofrezcan exclusivamente productos del mar sostenibles. Y hablar en voz alta de sus preocupaciones en caso de descubrir especies amenazadas en el menú o en el mostrador.


9. Ser un viajero respetuoso hacia el Océano

Los dos últimos consejos vuelven otra vez, a un ´lado´ más personal.

El noveno paso llama practicar todo tipo de actividades acuáticas, como paseos en barcos y kayaks de una manera responsable: jamás tirar algo por la borda y acordarse siempre de la vida marina en las aguas a su alrededor.

Y antes de planear un crucero, se recomienda investigar un poco para encontrar la opción más ´amistosa´ hacia la ecología.


10. Edúcate sobre el océano y la vida marítima

La última medida que se promueve en la lista es educarse en cuanto al océano y a la vida marítima y compartir los nuevos conocimientos con otros para inspirarles también: todas las formas de la vida en la Tierra están vinculados con los océanos y sus habitantes. Por más que se aprenda sobre ese sistema vital, lo más deseable resulta ser la intención de contribuir a cuidar su ´salud´.

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