Los billetes no están tan contaminados con bacterias, afirman los científicos de la Universidad de Ballarat (Australia). Un grupo de científicos dirigido por el microbiólogo Frank Vriesekoop estudió billetes de dinero de diez Estados.
“Los países más ricos y desarrollados se destacan por un menor contenido de bacterias en sus billetes que en los países más pobres”, señaló el doctor Vriesekoop. Pero, lo más importante, es que en ningún lugar del mundo se encontraron niveles patógenos de bacterias, subrayó el científico. El mismo material del que están hechos los billetes, y el tiempo desde su fabricación, influyen en la distribución de bacterias.
Especialistas de diez países (Australia, Burkina Faso, México, China, Irlanda, Holanda, Nueva Zelanda, Nigeria, EE. UU. e Inglaterra) tomaron parte en la investigación. Reunieron 1.280 billetes de tiendas y cafés y estudiaron detalladamente los microbios que estaban en su superficie.
Cuanto más viejo es el billete más pliegues tiene, y es allí donde se acumula la suciedad y los microorganismos. A lo que se refiere al material, en la mayoría de los países estudiados los billetes se fabrican a base de algodón. Mientras tanto, en Australia, Nueva Zelanda y México pasaron a usarse materiales poliméricos (gracias a eso se acumula menos bacterias).
Además, los investigadores encontraron una firme relación entre el contenido de bacterias y el nivel de libertad económica en un país determinado: cuanto más bajo es, la edad promedio de los billetes es más alta que en otros Estados.
Los científicos aconsejan no tocar billetes y a la vez comida con las manos. Es mejor encargar a una persona a tratar con el dinero y, a otra, recibir la comida.