El fuego elimina bosques únicos y las vacaciones de lujo en Ibiza

Centenares de bañistas se salvaron al huir de un incendio forestal que afectó las costas norteñas de la isla Ibiza (España), calcinando 50 hectáreas del bosque endémico, considerado una reliquia, y cerca de 20 vehículos.

Por la noche del domingo los turistas que se encontraban en la playa de Benirrás y los inquilinos de las casas adyacentes se vieron obligados a evacuar la zona, foco principal del fuego, por vía marítima  mediante un  operativo de emergencias. En total, alrededor de 1,500 personas fueron desalojadas de la zona afectada por las llamas.

Aunque las condiciones climatológicas, según se informó desde el inicio, no favorecían la propagación del fuego, los bomberos no lograron localizar el incendio durante dos días y el área afectada se duplicó el lunes. Este día, además de los bomberos, decenas de militares se incorporaron a las labores de extinción, pero tampoco tuvieron éxito definitivo.

No existe certeza en cuanto a las causas de la conflagración, pero según el Servicio Balear de Emergencias, el fuego procedía de la propia playa y podría atribuirse indudablemente al factor humano, con alta probabilidad de haber sido causado por las actividades de los mismos turistas.

Los bosques de pinos y matorrales del área adyacente a Benirrás son de un gran valor ecológico, siendo toda una reliquia natural,  que se recupera muy lentamente. A pesar de ser sinónimo de vacaciones de lujo, gran parte de Ibiza ha sido designada por las Naciones Unidas como Patrimonio de la Humanidad gracias a los restos de su naturaleza virgen.