Al menos 11 personas murieron y otras seis permanecen desaparecidas en el norte de Turquía como consecuencia de los deslizamientos de tierra en la localidad de Gundogdu, en la provincia de Riza, en la región del mar Negro, según informó la agencia de noticias Anatolia.
De acuerdo con la información de la agencia, cientos de casas quedaron destruidas o cubiertas de tierra y lodo. El área montañosa está totalmente incomunicada y los equipos de rescate están tomando todas las medidas necesarias para ayudar a las víctimas de las avalanchas.
Las autoridades turcas han cerrado las carreteras cercanas como medida de precaución y han enviado equipos de rescate al lugar afectado. El viceprimer ministro turco, Cemil Cicek, está en camino a Gundogdu para examinar la situación sobre el terreno.
Mientras, en el sur del país se desencadenaron fuertes incendios que amenazan las vidas de los habitantes de las aldeas de la zona. Según informan medios locales, en la provincia de Antalya, situada en la costa del mar Mediterraneo, ya se han quemado cerca de 30 casas. Decenas de equipos de bomberos, así como helicópteros, continúan luchando contra el fuego.