Un 'spot' publicitario referente a la eutanasia ha causado una gran polémica en Australia. El vídeo presenta a un enfermo terminal que reflexiona sobre la vida y la libertad de elección. El protagonista termina dicendo que no quiere que su familia sufra junto a él. La conclusión resulta obvia.
La cuña estaba lista para difundirse a través de varios canales de televisión a partir de este mismo domingo, pero el Consejo de la Publicidad (CAD, por sus siglas en inglés) ha prohibido la emisión del vídeo, afirmando que se trata básicamente de una "promoción del suicidio".
El organizador de la campaña, el doctor Philip Nitschke, no está de acuerdo. Según él, la idea del comercial no es suicidarse, sino abrir un debate para intentar cambiar la política de estado legalizando la eutanasia. Además, Nitschke se mostró muy molesto por la prohibición de la campaña en "el último minuto", afirmando que "nosotros sólo seguimos adelante con el proyecto, después de recibir la aprobación previa del CAD".
De hecho, en 1995 la eutanasia fue legalizada en un estado de Australia por iniciativa del propio Nitschke, pero posteriormente volvió a ser prohibida.
La campaña iba a ser financiada con un presupuesto de 60.000 dólares. La mayoría de la suma la aportó el grupo de la India Exit International, que intenta impulsar la idea de la legalización de la eutanasia por medio de este tipo de acciones.