Gran carrera de gorilas en Londres
Centenares de personas disfrazadas de gorilas de montaña -una especie antropoide de la lista roja de África- invadieron el centro de Londres. Su fin era noble: el de atraer fondos para los programas de recuperación de las dos últimas poblaciones restantes de gorilas en el Este del continente negro, que ya no podrá ser tan negro sin ellos.
La 'Gran Carrera de Gorilas' de año en año se ha convertido en una buena tradición anual desde que la primera tuvo lugar en 2003. La propia organización Gorilla fue fundada en 1989 y entre toda la serie de medidas para recaudar fondos esa resultó ser la más efectiva.
Los participantes de la carrera de este año trazaron una distancia de siete kilómetros que comenzó en el huerto de Westminster y luego a lo largo del río Támesis a la Catedral de San Pablo, atravesando el Puente Tower y la Galería del Arte Moderno Tate. El número de participantes se acercó al de los verdaderos gorilas distribuidos entre un pequeño foco de la naturaleza silvestre en Bwindi, Uganda, y los tres parques nacionales contiguos de Ruanda, Uganda y Congo. Actualmente quedan unos 700.
El comité organizador presidido por el presentador de televisión londinense Bill Oddie consideró como escasa tanta participación. Según se informa, logró recaudar 235.000 dólares gracias a los participantes de la acción, mientras aspiraban cobrar al menos los 392.000. No obstante, en aquel organismo creen que la especie africana bajo el peligro de extinción recibirá una oportunidad viable para sobrevivir, siempre que las medidas de la conservación se apliquen simultáneamente con las del aligeramiento de la pobreza muy arraigada en la región. Eso era un juicio fundamental del científico inglés Dian Fossey quien dedicó su vida a los ensayos sobre la vida de estos primates.