El instituto científico Sklifosovski de Medicina de Emergencia rusa organizó una consulta médica singular: reunió en una sala a cinco pacientes a la vez. Todos ellos comparten la misma singularidad: sus corazones son ajenos.
El pretexto es el aniversario del trasplante de corazón realizada en los quirófanos de este centro. La primera operación con éxito de este tipo fue realizada en este centro por un grupo de médicos encabezado por el propio director del instituto, Anzor Jubutia. El paciente fue un joven de 27 años, Yevgueni, que pudo entender en lo que a sanidad se refiere, siendo enfermero, también de la emergencia médica. Era una persona sana, activa, pero tras haber tenido un resfriado, se agravó con la inflamación de los pulmones y luego le diagnosticaron una miopatía cardíaca.
Asimismo la última de los cinco pacientes, Nadia Aguéyenko, operada hace un par de semanas, fue una mujer joven que siempre había vivido una vida sana y cuya primera profesión era la de maestra escolar de la educación física. Después de que naciera su niño, empezó a perder sus fuerzas y cayó enferma. Cada día era más problemático para ella subir la escalera, desempeñar su trabajos domésticos e incluso cuando estaba tumbada, no podía dormir: sentía un ahogo. Hasta que un día, le sucedió un infarto de miocardio por lo que tuvo que ser trasladada en una ambulancia al Sklifosovski.
Pese a un cierto éxito de la terapia intensiva, ninguno de los cardiólogos veía otro remedio para ella que no fuera un trasplante del corazón, así como en los casos anteriores. Esperó meses antes de que el doctor Jubutia llegara a su sala para preguntarla si se sentía preparada para una operación. Ella dijo que sí, pero preguntó cuánto costaría. La respuesta fue espectacular incluso para la práctica médica rusa: “Lo haremos sin pago alguno por su parte. Hay un donante”.
Estas cinco operaciones que Jubutia realizó durante estos 12 meses, pasaron en los marcos de la asistencia médica colectivizada, mientras que hubieran costado a un paciente de Alemania o Estados Unidos (donde pasan con éxito miles de operaciones de trasplante anualmente) decenas de miles de dólares.
Ahora el instituto reúne a sus pacientes para que se intercambien sus impresiones de la nueva vida y sus experiencias de recuperación: esta conversación es igualmente importante para cada uno, al igual que aporta información valiosa para los médicos antes de la operación. Especialmente las experiencias de los otros cuatro son valiosas para Nadia: en breve ella tendrá que recorrer un largo camino hasta el momento en el pueda decir que está sana.