El arte de la alta costura va convirténdose en arte de la alta tecnología. Para crear los más impresionantes vestidos, los diseñadores utilizan cables eléctricos, diodos de emisión de luz o circuitos impresos. Los materiales innovadores agregan a las prendas capacidades inéditas, pero antes que nada, las hacen sumamente bellas y provocadoras.
En la última semana de la moda celebrada en Vienna, Austria, la estilista holandesa Anouk Wipprecht presentó el vestido llamado Pseudomorph, que contiene un sistema de pompas cargadas con tinta.
A medida que se lleva el vestido, la tinta se libera y lo pinta de forma autónoma. El tejido blanco sirve como lienzo para una obra de arte inesperada y única. La prenda "funciona" con una batería de 9 voltios. Con esta complicada técnica de crear un diseño único, Anouk Wipprecht intenta destacar lo individual de la persona.
Sus colegas y compatriotas de Studio Roosegaarde utilizan materiales avanzados para mostrar, simbólicamente, la "transparencia" en las relaciones sociales. En su obra recien presentada llamada Intimacy (Intimidad) el grado de transparencia de la prenda, construída de una "película inteligente", cambia dependiendo de la interacción personal creando un juego sensual de revelación.
Las tecnologías avanzadas entran en la vida común y la moda lo refleja perfectamente. Las creaciones que incorporan circuitos impresos o cables de computadoras de varios colores incluso llaman a frenar la contaminación del medioambiente. En la Semana de la Moda en Portland (EE. UU.), celebrada a prinicipios de octubre y considerada el principal acontecimiento de la moda "ecológica", el diseñador Seth Aarón presentó una vestimienta creada bajo el lema de “Solar es el nuevo negro”, inspirada en la tecnología fotovoltaica.
"De la utilidad para toda la humanidad a la utilidad para cada uno". Un grupo de estudiantes del Departamento de Diseño de Modas y de Ingeniería de la Universidad de Sheffield Hallam (Reino Unido) crearon una colección única de vestidos de boda, que permiten a la clienta caprichosa transformar la prenda con sus propias manos. Parte del vestido está hecho de un tejido que contiene alcohol polivinílico, un polímero sintético que se disuelve en el agua sin dañar el medioambiente. Así, la futura novia puede sumergir una parte de la prenda en agua hasta hacerla desaparecer, como por ejemplo las mangas, y como resultado obtener una prenda diferente.
Otro material inédito que puede utilizarse para fabricar vestimenta ya está empleado en el ámbito del diseño y la moda. El espray "mágico" creado por los especialistas del Imperial College London bajo la dirección del diseñador español Manel Torres, al ser aplicado en el cuerpo de una persona se convierte en una capa capaz de sustituir a la ropa por completo. El material está compuesto por algodón, un polímero y un disolvente. Al tocar la piel, la masa se solidifica, formando una capa fina que recuerda a una tela. La tecnología puede tener aplicación en la industria y la medicina, y los estilistas la utilizan para crear las formas más insólitas.
Las tecnologías más modernas pueden lucirse no solamente en la pasarela o en ocasiones únicas, sino que también en la vida cotidiana, convirtiendo a la prenda en algo muy especial. Esta tendencia en la moda es apoyada por la estrella rusa de tenis María Sharápova, al crear en cooperación con la joven diseñadora británica Georgie Davis un vestido que "responde" a las llamadas móviles. El vestido, presentado en en verano del año pasado en Londres, está conectado con el teléfono vía Bluetooth. Cada vez que suena el móvil, una parte de la prenda se ilumina. Según los diseñadores, esta es una función muy útil en un ambiente donde no se oyen las llamadas, por ejemplo, en un bar ruidoso.
Uno de los más representantivos ejemplos de interacción entre tecnología y moda son las creaciones de la compañía CuteCircuit, que instala en los vestidos diodos de emisión de luz controlados con pequeñas baterías incorporadas en el tejido. Uno de los vestidos más famosos es el literalmente brillante Galaxy Dress, en el que materiales tradicionales de lujo como el chifón o los cristales Swarowski se combinan con circuitos electrónicos.
Los vestidos de CuteCircuit ya son populares entre las celebridades, uno de ellos lo mostró a principios de mayo de 2010 la cantante estadounidense Katy Perry, haciendo a todos preguntarse si la mujer que lo lleva corre el riesgo de ser electrocutada al sudar. Sin embargo, luego la "eclipsó" la barbadense Rihanna, quien eligió para la actuación en su tour promocional “The Last Girl on Earth” (realizado entre el abril de 2010 y el marzo de 2011) un vestido creado por Moritz Waldemeyer, el pionero en la introducción de altas tecnologías en la moda.
Y no podemos dejar de mencionar a Lady Gaga, que entre sus vestidos mas extravagantes cuenta con uno futurístico y brillante, el que la famosa cantante estadounidense lucía en las actuaciones de su gira musical "The Monster Ball".