Wikileaks pretende divulgar otros 400.000 documentos secretos sobre la guerra de Irak, relacionados con tácticas y estrategias militares, fuerzas de seguridad iraquíes y víctimas civiles. La filtración, que posiblemente ocurrirá en los próximos días, será la mayor desde julio pasado y, de hecho, puede causar un escándalo aún más grande.
Esta vez, los militares están seriamente preocupados y quieren obtener los documentos importantes que estaban guardados en el archivo iraquí antes de su divulgación. Preparándose para la nueva filtración, el Pentágono ha conformado un equipo de 120 expertos para evaluar el impacto de la divulgación de los documentos secretos.
Hace tres meses la organización Wikileaks (que desde 2006 publica informes y documentos anónimos de materia sensible) divulgó en su página web decenas de miles de documentos militares secretos respecto a la guerra en Afganistán. Esos documentos, que incluían datos desde 2004 hasta 2010, revelaron información sobre la ayuda de los servicios secretos paquistaníes al movimiento talibán, las operaciones encubiertas y las muertes de civiles.
Ahora el acceso al sitio web Wikileaks está imposibilitado, debido a “mantenimiento técnico”.
El fundador de la escandalosa organización, Julian Assange, actualmente está acusado por la justicia sueca por crímenes de carácter sexual. Sin embargo, el australiano dice que no tiene nada que ver con esto y cree que es parte de la “campaña sucia” del Pentágono contra él.