El mes pasado los astrónomos estadounidenses revelaron que la Luna es rica en plata. Y recientemente se informó de que en el satélite de la Tierra hay yacimientos de piedras preciosas.
En la cara oculta de la Luna, en uno de los mares lunares, se ha hallado un nuevo tipo de roca inusual para el cuerpo celeste compuesta por tres minerales: el ortopiroxeno, el olivino y la espinela. El tercer mineral casi no se encuentra en la Luna.
La espinela también es un mineral bastante raro en la Tierra, pero es bien conocido. Algunas de sus variedades, sobre todo las rojas, se consideran piedras preciosas. Una espinela grande adorna la corona imperial de Rusia. Asimismo, la corona inglesa luce una espinela sin igual que durante mucho tiempo fue tomada por un rubí, gema de la que la espinela casi no se diferencia.
Los yacimientos de roca que contienen el mineral precioso fueron hallados por la sonda india Chandrayan I, que durante diez meses en 2008 y 2009 giró alrededor de la Luna, haciendo un mapa mineralógico del cuerpo celeste a través de los datos recibidos por el espectrómetro M3 (Moon Mineralogy Mapper en inglés) de la NASA.
En el Mare Moscoviense (Mar de Moscovia, un mar de la Luna situado en su cara oculta) fue hallada una extraña mancha cuyo espectro mostraba la presencia de grandes cantidades de espinela rica en magnesio.
Los científicos todavía no saben de dónde apareció la espinela en aquella zona. No se puede explicar su presencia por la caída de un meteorito porque en las proximidades no hay huellas de los mismos, es decir, cráteres. Los astrónomos suponen que la espinela se formó poco tiempo después de la formación de la Luna misma, y luego fue arrojada a la superficie como resultado de algunos procesos geológicos.
Tras componer el mapa mineralógico de la Luna y hallar el yacimiento de espinela, el grupo de investigadores de la NASA encabezado por Carle Pieters, de la Universidad de Brown, actualmente está buscando piedras preciosas en otras zonas del satélite terrestre.