Un grupo internacional de científicos encabezado por dos investigadores de origen ruso, Andre Geim y Konstantín Novosiólov, Premios Nobel de Física 2010, desarrollaron un nuevo material, el fluorografeno, que tiene características similares a las del teflón y es capaz de aguantar temperaturas de hasta 400 grados Celsius, informó esta semana la revista Small.
El equipo de investigación, que además de Geim y Novosiólov, y sus colegas de la Universidad de Manchester está integrado por representantes de Rusia, Polonia y China, destaca que las propiedades inusuales del grafeno han atraído la atención de los científicos de varias especializaciones.
En particular, una de las ramas del estudio del grafeno, material de tan solo un átomo de grosor compuesto por átomos de carbono densamente empaquetados en una red cristalina, se basa en su capacidad para participar en las reacciones químicas como una única molécula duodimensional. En particular, anteriormente los cientificos intentaron crear óxido de grafeno, o un compuesto del grafeno con hidrógeno.
Sin embargo, resultó que los átomos de las sustancias 'agregadas' no pueden ser repartidos de forma regular por la superficie de la lámina del grafeno. Entonces los autores del estudio supusieron que para obtener unos derivados más estables del grafeno se necesitan sustancias que formen enlaces químicos más sólidos que el hidrógeno.
Uno de estas sustancias es el flúor. Entonces se obtuvo el fluorografeno, un derivado del grafeno con un átomo de flúor incorporado a cada átomo del carbón. Se considera como un análogo duodimensional del teflón, y además tiene una semejanza con el fluorografito, polímero que se utiliza como lubricante sólido. Geim, Novosiólov y sus colegas obtuvieron el nuevo material a través de reacciones químicas, sometiendo al grafeno a la acción del fluoruro de xenón a altas temperaturas.
El fluorografeno 'heredó' la solidez mecánica del grafeno pero, a diferencia de su 'progenitor', no es conductor de la electricidad. Además, es muy resistente a las altas temperaturas y puede soportar el calentamiento hasta los 400 grados centígrados, incluso en el aire.
La nueva sustancia puede ser utilizada en la electrónica para la fabricación de aislantes superfinos. Al igual que el grafeno, es transparente por lo que podrá tener uso en la producción de pantallas LED y dispositivos ópticos.