El 25% de la ganancia global de los ciberdelitos, en manos rusas
Los ingresos de los ‘hackers’ rusos alcanzan una cuarta parte del volumen de los ciberdelitos cometidos en el mundo. La suma es de alrededor de 1.000 millones de dólares, de los estimados 4.000–5.000 millones totales. Estas cifras aparecen presentadas en el informe de la compañía rusa Group-IB, dedicada a las investigaciones en el ámbito de los delitos informáticos.
Según anunció el director ejecutivo de la compañía, Iliá Sachkov, en 2009 el mercado ruso del ciberdelito aumentó más que el doble, y la cifra sería aún mayor si tuviéramos en cuenta a los hackers rusos que conforman grupos internacionales de piratas informáticos. Según el especialista, la delincuencia informática rusa no lidera en este sector, pero pertenece a los tres mayores jugadores, junto con EE. UU. y China.
Las máximas ganancias los ciberdelincuentes las obtienen de los fraudes relacionados a los sistemas de servicios bancarios en Internet, los robos de datos personales, así como el espionaje industrial. Asimismo se agrega aquí el llamado ‘mercado negro de servicios informáticos’, en el que los hackers pueden ser tanto ejecutores (por ejemplo, realizando un ataque a la infraestructura informática de una empresa por encargo de otra) como clientes (en este caso un hacker que creó un virus para obtener acceso a la información ajena puede encargar la distribución de su ‘producto’).
Según Sachkov, el objeto de atención criminal de los piratas informáticos es en primer lugar las compañias rusas. Esto significa que la situación ha cambiado desde los inicios de la década, cuando los hackers rusos se buscaban víctimas en el extranjero. El experto opina que este fenómeno se debe a que recientemente en Rusia se han desarrollado significativamente los sevicios de pagos a través de la red, uno de los mayores puntos de interés de los piratas. Además, los delincuentes tienen aquí mayores posibilidades de estudiar previamente el objeto de sus ataques.
Al mismo tiempo, las compañías, al igual que los usuarios, no están bien preparados para el aumento de tal actividad. No todas las empresas tienen aún instalados los sitemas de seguridad de sus operaciones financieras, y sus intentos de ahorrarse unos 15.000 rublos (500 dólares) pueden llegar a salirles muy caro: el daño de cada caso de robo cibernético es de 700.000 a 5 millones de rublos (23.000 a 163.000 dólares), advierte el experto.
Asimismo, muchas personas físicas tampoco se dan cuenta de que a los piratas les basta simplemente saber el número de la tarjeta y el código en su reverso, para desvalijar su cuenta bancaria, y a menudo dejan estos datos en la red. Al mismo tiempo, los bancos en Rusia no se hacen responsables de los robos cibernéticos, y todavía no prestan suficientes consultas a sus clientes en estas cuestiones.
Finalmente, según los expertos, el aumento de la actividad de los delincuentes cibernéticos en Rusia podría tener un efecto positivo, estimulando a las autoridades del país a endurecer las medidas de la lucha contra los crímenes en línea.