Cambio climático: una gran pregunta sin respuesta

El otoño en Moscú se hace cada día más y más cálido. Esta semana, los meteorólogos registraron cuatro records históricos de temperatura en la capital rusa.

El otoño en Moscú se hace cada día más y más cálido. Esta semana, los meteorólogos registraron cuatro records históricos de temperatura en la capital rusa.

En noviembre ya solemos tener frío, y a veces incluso nieve. Sin embargo, 2010 no deja de sorprender a los moscovitas: gozan de un calor europeo, con índices máximos de 14,5 grados sobre cero. Es 11 grados más de lo que vivió Moscú en agosto de este año cuando, después de los +40 grados, las temperaturas bajaron en un día hasta los +3 grados.

En los Urales, recogen una nueva cosecha de fresas, Siberia goza de chaparrones en vez de nevadas. Parece, que el tiempo se ha vuelto ´loco´.

Los especialistas no pueden dar respuesta clara sobre las razones de lo que está pasando. Tampoco son capaces de dar pronósticos para el invierno que viene. Unos opinan que será húmedo y sin fríos intensos, apelando a los ciclones del Atlántico. Otros, como el físico italiano Gianluigi Zangari y su colega ruso Khabibullo Abdusamatov -jefe de la sección de investigaciones espaciales del Observatorio de Púlkovo en San Petersburgo-, pronostican que la humanidad tendrá que enfrentarse a una nueva 'edad de hielo' con Rusia, Europa y América del Norte al frente.

Zangari afirma que el problema se debe al vertido de petróleo que tuvo lugar en el Golfo de México en abril de este año. Según él, la Corriente de Lazo en el Golfo de México se ha estancado a causa de la catástrofe. Esta corriente es un elemento crucial para la Corriente del Golfo, que ya está ´frenada´ debido a esta pérdida de sustentación.

Los oponentes a esta teoría, entre ellos el Instituto de Oceanología de la Academia de Ciencias de Rusia, opinan que este peligro es exagerado. Acentúan que los experimentos efectuados no revelaron que la corriente se haya debilitado tanto.

Mientras tanto, Carlos Jaramillo y sus colegas del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales de Filadelfia (EE. UU.) afirman que la subida del nivel de las temperaturas en unos cuantos grados contribuirá al desarrollo de la biodiversidad en los bosques lluviosos del Amazonas.

Sus conclusiones se basan en precedentes históricos. Sus estudios revelaron que el calentamiento global conocido como Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno, que tuvo lugar en la Tierra hace 56,3 millones de años, con temperaturas que aumentaron en entre 3 y 5 grados centígrados y niveles de dióxido de carbono que subieron 2,5 veces, desembocó en el surgimiento de nuevas especies vegetales, que evolucionaron más rápido de lo que se extinguían otras.