Una bacteria que puede vivir y crecer en arsénico fue descubierta en un lago de California, y presenta una forma totalmente nueva de la vida como la sabíamos antes, informa la revista Science. Este hallazgo abre una nueva página en la búsqueda de la vida distinta de la conocida en la Tierra y afuera de ella.
Solo hace unos días los científicos creían que el fósforo era uno de los elementos imprescindibles para la formación del ADN –otros eran carbono, hidrógeno, nitrógeno, oxígeno y azufre- pero ahora resulta que puede ser cambiado por arsénico. Y éste, a su vez, indica que todos otros 'imprescindibles' ya no se parecen a la verdad en su última instancia.
“Hemos descubierto al microbio que hace algo nuevo, construye partes de sí mismo de arsénico”, comenta la científica Felisa Wolfe-Simon, quien encontró este tipo de vida nuevo. “Hemos abierto la puerta hacia lo posible en la vida en diferentes partes del Universo. Y es profundo”.
La bacteria no es totalmente reciente, los científicos la conocían, pero nadie suponía que fuera capaz de algo así. Llamada GFAJ-1, ella puede crecer en el fósforo, pero también acepta las condiciones cuando en su lugar está el arsénico.
Caleb Scharf, astrobiólogo de la Universidad de Columbia, comentó a Ney York Times que “es como si transformara en un cyborg con todas las funciones activas después de ser echado sin alguna comida en una habitación llena de electrónica”.
El arsénico es un elemento casi idéntico al fósforo, está directamente debajo de él en la tabla periódica de los elementos químicos, precisamente por este parecido es un veneno tan fuerte, ya que es muy difícil para el organismo humano definir que no es algo que puede usar en su funcionamiento.
Como muchos otros, este descubrimiento fue un resultado de la elaboración de una teoría, hace unos años Wolfe-Simon y sus colegas Ariel Anbar y Paul Davies empezaron discutir la idea de que pudieran existir formas de vida que se basen en reglamentos distintos a los nuestros. En 2009 publicaron la hipótesis de que el arsénico pudiera sustituir al fósforo en las formas primeras de la vida en la Tierra, y el fósforo fuera una adaptación más tardía.
Todavía no están seguros de esta suposición, pero comentan que esta bacteria puede ser “como un fósil vivo, herencia de la época arsénica”.
Y el descubrimiento también les lleva a pensar de muchas formas de la vida que pudieran pasar desapercibidas por la ciencia.
“Eso va a abrir una nueva línea de la investigación. No puede ser el único organismo arsénico en el planeta, deben existir muchos más. Entonces representa un entero dominio nuevo de la microbiología”, continúa Davies. “Y quién sabe, ¿cuáles otras sorpresas oculta el mundo, si miramos más atentamente?”.