Unos científicos japoneses de la Universidad de Keio por primera vez en la historia lograron devolver la capacidad de caminar a una mona paralizada. Utilizaron células madre pluripotentes inducidas humanas (IPS).
El informe sobre este experimento lo hizo el jefe del grupo de investigación, el profesor Okano Hideyuki, en el marco de la conferencia 'La bioquímica y la biología molecular 2010', celebrada en Japón.
Los científicos crearon células nerviosas a través de las células de la piel humana, y luego las transplantaron a la mona con la médula espinal lesionada. El primate estaba casi completamente paralizado: le funcionaban con normalidad solamente los músculos de la cabeza y el cuello.
Tras la operación, pasados los diez días se observaron movimientos en las extremidades de la mona, aunque débiles. A las seis semanas del inicio del experimeno, el animal pudo desplazarse, y asimismo restauró su capacidad de apretar y relajar el puño.
La medicina todavía no tiene el tratamieno efectivo para los pacientes que perdieron la capacidad de movimiento como resultado de un trauma. Los científicos japoneses lograron acercarse a esta meta en su experimento con los primates. Hace un año y medio, el profesor Okano alcanzó resultados similares con un ratón paralizado, devolviéndole la capacidad de movimiento un mes más tarde de la operación.
En 2006, las células pluripotentes estaminales no embrionarias, denominadas células madre pluripotentes inducidas (IPS), que pueden formar las células de varios órganos, fueron obtenidas por el profesor de la Universidad de Kioto Sinya Yamanaka por primera vez.
Los científicos aprendieron a crear una célula madre a través de una célula de la piel humana, asimismo resolviendo el problema ético del uso de las células de embriones humanos y abriendo perspectivas de crear tejidos y órganos necesarios para reponer los lesionados o destruidos por una enfermedad.
En los cuatro años pasados desde este decubrimiento, los científicos lograron crear células del músculo cardíaco, el intestino, el páncreas, la retina, la piel, así como las células nerviosas. El mayor obstáculo para el amplio uso de este método en la medicina es que todavía las nuevas células pueden ser cancerígenas.
En junio, el gobierno de Japón examinó y aprobó los estudios clínicos de transplante de células IPS en los pacientes humanos, siempre que sean observadas las condiciones éticas y de seguridad. Los primeros ensayos clínicos podrían iniciarse en los próximos 10 años.