Cumbre del Clima de Cancún estancada por discrepancias
Pese a las esperanzas, la Cumbre del Clima de Cancún parece no eliminar las divergencias entre los países industrializados y emergentes. Estas discrepancias obstaculizan la firma de un nuevo acuerdo sobre la reducción de gases contaminantes, que debería sustituir al Protocolo de Kioto que expira en 2012.
El presidente ecuatoriano acusó a los Estados desarrollados de mostrar falta de voluntad a la hora de tomar decisiones importantes. Según Rafael Correa, las potencias industrializadas son las primeras que tienen que asumir compromisos específicos.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, mantuvo una postura crítica y pidió que se evite cerrar la cumbre con un acuerdo para "quedar bien" y que no sea efectivo contra el calentamiento de la Tierra.
"Ahora ya no estamos con 'patria o muerte' sino con 'planeta o muerte'. Muere el capitalismo o muere la Madre Tierra. Buscar una salida intermedia es engañar a los pueblos", señaló Morales en una rueda de prensa citado por la agencia EFE.
Morales reiteró su preocupación por las resoluciones que puedan salir de la conferencia, en particular con la negativa de varios países como Japón, Canadá y Rusia, a comprometerse en una segunda fase del Protocolo de Kioto que expira en 2012.
La cuestión de la prórroga del protocolo firmado en la ciudad japonesa de Kioto en 1997 y que sólo obliga a los países ricos que lo ratificaron es el asunto más espinoso en la cumbre.
Canadá y Japón se niegan a establecer nuevas metas de reducciones bajo el Protocolo, a menos que Estados Unidos y China tomen medidas de mitigación equivalentes a las que ellos han hecho. Brasil y el Reino Unido han iniciado una labor de mediación para llegar a un compromiso que permita superar estas diferencias.