Los delegados en la XVI Cumbre de Naciones Unidas Sobre el Cambio Climático que se realiza en Cancún, México, comienzan a estudiar el borrador del documento final acordado tras largos debates.
El pacto supone una reducción importante de gases contaminantes, sin embargo, excluye a los principales países contaminadores, como Estados Unidos.
La cuestión clave de la conferencia es elaborar un nuevo documento que reemplace al Protocolo de Kioto.
Pese a que Japón y Rusia se resisten a ampliar los recortes previstos en el protocolo de Kioto, el borrador, que debe ser aprobado en la reunión plenaria, dictamina que los países industrializados reduzcan las emisiones entre un 25% y un 40% para el año 2020.
Uno de los puntos de discordia entre los participantes es la cantidad de dinero que se debería invertir en proyectos ecológicos. Según los países en vías de desarrollo, la mayor parte de la cuenta debe ser pagada por los países industrializados. Pero, por su parte, los Estados desarrollados se oponen a aumentar sus gastos en medio de la crisis económica.
Un ecologista cree que el principal problema es que no todos los participantes del foro están de acuerdo en la continuidad del actual compromiso para reducir las emisiones de gas.
El objetivo principal de los 194 países asistentes a Cancún y representados por la mayoría de líderes políticos del mundo, es llegar a un acuerdo para 2012, fecha cuando caduca el actual Protocolo de Kioto.
Dicho tratado ha de estipular recortes para los países que emiten gases en gran proporción, como Estados Unidos (que nunca firmó el Tratado de Kioto), China y la India.
En la actualidad, el Protocolo de Kioto, aún vigente, abarca solamente el 30% de las emisiones de gases de invernadero del mundo.