Las calles de Moscú se han convertido este sábado en una verdadera pista de patinaje. Según los meteorólogos, en la capital rusa se ha registrado un raro fenómeno natural.
A pesar de las bajas temperaturas, llovió durante el día porque el aire a la altura de unos 2 kilómetros sobre la ciudad estaba caluroso. Por eso, las zonas peatonales sufrieron las consecuencias del hielo.
Por la mañana, los conductores moscovitas que habían dejado sus coches en la calle los encontraron cubiertos con una capa helada. Todas las aceras y carreteras también se cubrieron de hielo y caminar por las calles de la ciudad se hizo peligroso para la salud.
Las lluvias heladas podrían durar hasta el próximo lunes, según lo ha comunicado el director general del Servicio de Información Meteorológica capitalino. Las autoridades de Moscú han pedido a los peatones tener cuidado y han decidido echar en las aceras productos químicos.
Durante el día, debido a las placas de hielo, también se han registrado numerosas averías de vehículos en las carreteras. Como resultado de uno de los accidentes, un coche cayó al río Moscú.