Expertos en vida silvestre están tratando de entender la causa de un misterio que parece un aviso apocalíptico: por qué cayeron muertos más de tres mil mirlos en vísperas del Año Nuevo en el estado norteamericano de Arkansas.
Según los ornitólogos, la versión más probable de la lluvia de aves es que el ruido de los fuegos artificiales asustó a una bandada que volaba cerca del lugar de los festejos, por el estrés que sufrieron empezaron a volar en direcciones caóticas chocando contra edificios y otros obstáculos que encontraron en su trayecto.
La autopsia realizada por la Comisión de Ganadería y Aves de Corral reveló “un trauma". Las aves, obviamente chocaron con algo muy duro, por lo que tenían hemorragias. Todas estaban sanas. El estado también está realizando pruebas químicas para descartar que los mirlos sufrieran una enfermedad. Los resultados saldrán a la luz en una semana.
Mientras tanto, testigos de lo ocurrido afirman haber escuchado entre cinco a doce sonidos fuertes en la parte oriental de la ciudad, parecidos a un cañón o transformadores explotando. Una bandada que volaba bajo el nivel de los techos de las casas, asustada por el sonido brusco, quiso huir a la desbandada y se golpeó contra las casas, buzones de correo, chimeneas y muros. Los mirlos casi no poseen visión nocturna.
Según George Badley, veterinario estatal de Arkansas, las autopsias de los mirlos enviados a laboratorios para determinar la causa de muerte han mostrado que sus estómagos estaban vacíos, lo que elimina la posibilidad de envenenamiento.
Los servicios ambientales del estado reportan haber recogido cerca de 2.000 aves muertas cuyo número total asciende a 3.000.
No es la primera vez cuando en el estado se registra este tipo de incidentes. Según la agencia EFE, en 1973 una repentina tormenta de granizo provocó la muerte de varios cientos de patos cerca de Stuttgart, conocida como "la capital mundial de los patos".En el 2001, rayos mataron a una bandada de pelícanos en el área.