Un hipopótamo no recibe cura por culpa de la burocracia antidroga

La lucha antidroga produjo una inesperada desventaja para el zoológico de Kaliningrado (oeste de Rusia). La Administración de este organismo, ubicado en el enclave ruso en el centro de Europa, no puede realizar una pequeña operación al hipopótamo Glásik que sufre de una patología dental.

La lucha antidroga produjo una inesperada desventaja para el zoológico de Kaliningrado (oeste de Rusia). La Administración de este organismo, ubicado en el enclave ruso en el centro de Europa, no puede realizar una pequeña operación al hipopótamo Glásik que sufre de una patología dental.

No se trata de una intervención quirúrgica, sino de una mera odontología: se trata de limar y pulir un colmillo que ha crecido en una dirección anormal. Se le clava en la mandíbula causando graves dolores a la hora de comer e incluso bostezar (lo que también ocupa una gran parte del pasatiempo de los hipopótamos). El carácter de la operación planeada no supone ningún peligro para el animal, pero el doctor corre el riesgo de ser tragado o mutilado por el paciente.

Para operar al animal es necesario un fármaco anestésico que fue listado como una sustancia ilegal en Rusia. Para dormir a Glásik, un jovencito de 18 años que pesa más de 3 toneladas, será indispensable inyectarle medio litro de immobilon, una sustancia estupefaciente. La medicina humana goza de varios productos análogos, pero no han sido testados en hipopótamos y su uso podría resultar peligroso para la vida del 'paciente'.

“Si un fármaco no tiene análogos en Rusia y no está certificado, es decir, su uso no está autorizado en Rusia, por supuesto que nadie permitirá trabajar legalmente con esta sustancia”, objeta Mijaíl Nechushkin, jefe del servicio antidroga de Kaliningrado. Así los obstáculos formales y burocráticos, podrán valer la vida al animal costoso y absolutamente sano en todos los demás aspectos fisiológicos.

Inquietado con el problema del hipopótamo, el alcalde de Kalinigrado ha anunciado que acudirá a la dirección central del servicio federal antidroga, para que le indiquen un fármaco legal que sea capaz de ayudar al zoológico en la operación. Se estima que los odontólogos veterinarios alemanes finalicen la semana que viene la etapa preparatoria a la intervención, pero nadie va a penetrar en la bocaza de un hipopótamo sin la conveniente dosis del anestésico.