Arqueólogos rusos han encontrado en la cueva Denísova, en la región de los montes Altái, un fragmento de un brazalete de piedra que supuestamente es el adorno femenino más antiguo. El hallazgo ha cambiado la idea de los científicos sobre la cultura del hombre primitivo.
Según informó un colaborador científico del Instituto de Arqueología y Etnografía de la Academia de Ciencias de Rusia, el doctor en Ciencias Históricas Pável Vólkov, durante las excavaciones en la cueva los arqueólogos hallaron un fragmento de un brazalete de piedra que habría pertenecido a una mujer que vivió hace 40.000-50.000 años. Según el experto, este objeto se puede considerar uno de los más antiguos "artículos de joyería".
Vólkov explicó que anteriormente se consideraba que la fabricación de joyas empezó hace 10.000-12.000 años. "Antes se creía que los humanos de aquel período no dedicaban tiempo al trabajo artístico creativo. Y de repente, ¡un hallazgo así!".
El brazalete tiene un agujero por el que pasaba un hilo con una cuenta, según suponen los investigadores. El adorno habría pertenecido a una persona noble y era un símbolo de prestigio. Según Vólkov, para la creación del brazalete se habría necesitado bastante trabajo cualificado.
Para hacer agujeros en la joya probablemente se implementó una tecnología parecida al torno moderno. "Sin duda, esto fue algo valioso en aquellos tiempos, y es poco probable que hubiera pertenecido a un miembro común de aquella sociedad", dijo.
Para los científicos supuso una gran sorpresa que los hombres primitivos fueran portadores de una cultura tan avanzada. Sin embargo, todavía sigue sin respuesta la cuestión del aspecto de los integrantes de esta 'tribu' misteriosa que habitaba en Asia Central hace 40.000 años y cuyos fósiles, encontrados en la cueva Denísova, se siguen investigando.
A finales de 2010 un grupo internacional de científicos informó de que el análisis del genoma de las falanges petrificadas de la cueva mostró que el ADN de los 'denisovanos' (así se denominaron por el nombre del lugar del hallazgo) está más cerca del ADN del hombre de Neandertal que del hombre moderno. Podría ser que los tres tipos de homínidos hubieran cohabitado en este territorio en aquellos tiempos remotos.