La empresa TigerText Inc ha diseñado una aplicación homónima que ya ha sido descargada medio millón de veces en un año. Se trata de un sistema que podría venir muy bien a espías profesionales o a personajes como Tiger Woods, que fueron pillados in fraganti a través de sus mensajes de móvil (de hecho algunos atribuyen el nombre de la aplicación al famoso golfista).
El sistema presentado en febrero del año pasado permite proteger la privacidad de los mensajes SMS que se mandan de un celular a otro. La única condición es que ambos móviles que se comunican entre sí tengan instalada esta aplicación. En este caso los textos se convierten en autodestructivos: una vez enviado el mensaje, se borra en el celular del remitente; una vez leído por el destinatario, también se autodestruye en el celular de este. Desaparecen, además, de los datos de la compañía telefónica, con lo que resultan irrecuperables. La opción funciona también para las fotos y los vídeos. La aplicación está disponible sobre todo para Iphone, aunque los creadores están trabajando en versiones para otros soportes.
Son los mismos usuarios quienes programan dentro de qué período de tiempo quieren que sus textos se eliminen una vez sean leídos. El plazo puede variar entre 60 segundos y 30 días.
Además, el proceso de entrega del SMS puede ser seguido a través de unos pequeños iconos. Cuando el destinatario recibe el mensaje, en la pantalla del móvil del remitente aparece un recuadro (como en las casillas a marcar en los formularios) de color naranja. Ese mismo icono, en color verde, aparece en su pantalla cuando el receptor abre el texto enviado.
En su comunicado oficial, TigerText Inc acentúa que un equipo de médicos de una clínica de Greensboro, en Carolina del Norte (EE. UU.), ha descargado la aplicación en sus móviles para poder tratar libremente asuntos profesionales a través de los SMS. El innovador sistema no contradice las regulaciones federales acerca del secreto médico: la opción de la autodestrucción de los mensajes previene la revelación de datos acerca del estado de salud de un paciente.
Una tecnología parecida fue ofrecida por BigString Corp. para los usuarios de los BlackBerry hace unos tres años. Sin embargo, la compañía abandonó luego la idea para concentrarse más en un servicio para correo electrónico que permitía a los remitentes eliminar y editar los correos después de que fueran enviados.