Casi una tercera parte de la producción agraria global depende de la polinización que realizan los animales, en su mayor parte por las abejas. Sin embargo, estos insectos están muriendo a un ritmo alarmante, advierte el rotativo británico The Telegraph, recordando que Albert Einstein dijo una vez que si la abeja desaparece de la superficie de la Tierra, al hombre le quedará solo cuatro años para vivir.
El problema del bienestar de los seres de los que dependen las cosechas, se hace más inquietante de cara a la mayor subida de los precios de alimentos en la historia y la escasez de las reservas del cereal.
Los especialistas consideraban hasta hace poco este fenómeno como algo particular y discutían, cuál era la causa de tal mortandad, parásitos, un virus, algunos pesticidas que afectan su sistema nervioso o un conjunto de causas. Mientras, según los datos de Rabobank, proveedor de servicios financieros en el sector agrario, en los últimos años las colonias de abejas son incapaces de sobrevivir un invierno hasta un 35% en EE. UU. y un 20% en Europa, Asia y América Latina (con un índice normal de un 10%).
De acuerdo con los expertos, entender la situación como un “escenario apocalíptico” es exagerar las cosas, pues los cultivos de maíz, trigo y arroz se polinizan por el viento. Sin embargo, la polinización por animales es esencial para nueces, melones y bayas, y es importante para los cítricos, manzanas, coles, pimienta, berenjenas, aguacates, pepinos, cocos, tomates, así como café y coca.
Estos cultivos se polinizan en 80-90% por las abejas de miel domesticadas. Pero en general, mientras que en EE. UU. a partir de 1961 la producción de cultivos polinizados se cuadruplicó, las colonias disminuyeron el doble, y el ratio de abejas por hectárea bajó casi un 90%, advierte el informe de Rabobank. Y si todavía los agricultores lograban la producción con un número inferior de colmenas y no se reportaba sobre campos afectados por la falta de los insectos, la cuestión es hasta cuándo se podrá alargar esta situación.
Las colonias de abejas en Estados Unidos disminuyeron mucho antes de la crisis actual, debido al barato importe de la miel de Asia. A su vez, China perdió todas las colmenas en algunas regiones en Sichuan debido al uso de pesticidas, y hasta hoy los cultivos en aquellos territorios se polinizan manualmente. Alemania, Francia e Italia prohibieron el uso de productos químicos que afectan la memoria de los insectos. En Reino Unido y EE. UU. demandaron una “revista urgente” de estos productos advirtiendo que "podemos perder todas las abejas en una década". Estudios comprobaron que los agentes utilizados para impedir el ataque a la siembra, perjudican la salud de los insectos.
Sin embargo, el mundo necesita alimentos y las compañías de fertilización están buscando vías de aumentar la producción de cara a la demanda que crece cada año y de cosecha que se convierte en biocombustible. Mientras, los científicos están luchando contra los parásitos propios de las abejas de miel, pero no avanzan lo suficientemente rápido, informa el periódico. A su vez, la entidad financiera llama a acelerar la respuesta global, y endurecer las reglas, por ejemplo, prevenir que los agricultores usen pesticidas durante el día cuando las abejas se alimentan.