Las imágenes de alta resolución muestran la presencia de una cueva subteránea en la superficie de la Luna. Las fotografías hechas con la cámara de la sonda Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO por sus siglas en inglés) de la NASA revelaron que un agujero, detectado en 2009 en la región de las Colinas de Marius, es en realidad una entrada a un río de lava debajo de la superficie del satélite.
La abertura de 65 metros de diámetro fue fotografiada cuatro veces por la cámara de la sonda. Los colaboradores del proyecto LRO modificaron varias veces el ángulo de incidencia solar, el ángulo de la cámara y las condiciones de la iluminación para obtener una imagen que ofreciera más información.
El resultado han sido las fotografías del fondo de la caverna lunar, en las que los especialistas pueden distinguir el suelo de la cueva y confirmar la presencia de un pasaje horizontal debajo de la superficie parcialmente colapsada.
Según los especialistas, los hoyos de este tipo son el típico resultado de la actividad volcánica por la que se caracterizaba el satélite de nuestro planeta hace miles de millones de años. La causa que abrió semejante agujero pudo ser un seísmo o un flujo de lava que corría por un 'tubo' en el subsuelo, similar a los que se encuentran en la Tierra.
Este hallazgo es el primero que puede demostrar la hipótesis sobre los túneles de lava en la Luna, incluida la posibilidad de que haya todo un sistema de galerías subterráneas en el satélite. Sin embargo, los investigadores todavía no han determinado lo extenso que es el túnel en cuestión.
Además del significado teórico, el descubrimiento, según varias publicaciones, posee una interesante utilidad potencial. Las aberturas de este tipo podrían convertirse en bases lunares donde los astronautas exploradores se pudieran proteger de la fuerte radiación, los meteoritos y la fluctuación de la temperatura, a los que estarían expuestos en la superficie del satélite.