La expedición 'El Cinturón de Fuego de la Tierra', dirigida por la Sociedad Geográfica Rusa, empezó su gira por cinco continentes del planeta. Un grupo de voluntarios compuesto por deportistas, técnicos y médicos, partió el 19 de febrero del cabo Príncipe de Gales de Alaska, EE. UU., para llegar dentro de 900 días a Petropávlovsk-Kamchatski, una ciudad rusa en la bahía Avacha, a orillas del océano Pacífico.
Está previsto que durante los siguientes 2,5 años la expedición atraviese una distancia de 70.000 kilómetros por territorios de 19 países del cinturón volcánico del océano Pacífico. Los científicos rusos examinarán cimas activas de EE. UU., Canadá, Nueva Zelanda, Australia, Indonesia, México, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina, Filipinas, Japón y Rusia.
El Cinturón de Fuego del Pacífico o Cinturón Circumpacífico es la zona de máxima actividad sísmica de la Tierra. Está compuesto por 328 volcanes, es decir, el 75% de todos los volcanes activos del mundo. Sin embargo, los participantes de la expedición se limitarán a subir a los más altos de ellos, lo que reduce el número a 70.
Viajarán a pie, en esquíes, en bicicletas, motos y yatas. Su ruta está dividida en 7 etapas: la primera es América del Norte; la segunda, América del Sur; la tercera, la Antártida; la cuarta, Australia; la quinta, Indonesia; la sexta, Filipinas y Japón, y la séptima y última, Rusia. La expedición tiene como objetivo realizar observaciones meteorológicas de los volcanes para analizar las dinámicas que tienen e intentar elaborar pronósticos que permitan valorar el nivel de seguridad de la población local.
Los participantes comentan que la parte más difícil será la ruta por la Antártida hacia su único volcán activo -el más austral de los volcanes activos de la Tierra-, el Erebus. Este viaje, de unos 60 días, conmemorará el 100 aniversario de la expedición antártica de Roald Amundsen y Robert Scott. Los organizadores comentan que los momentos más drásticos de la odisea se podrán observar a través de la página web oficial del proyecto, http://900days.org.
El Cinturón de Fuego del Pacífico pasa por la frontera entre la placa oceánica y la placa continental del Pacífico.
Cuando hace unos 225 millones existía el supercontinente Pangea, en el fondo del océano global Panthalassa que lo rodeaba -igual que en los fondos de todos los océanos de la actualidad- pasaba la dorsal oceánica. Las fracturas de la dorsal echaban magma que se endurecía, formando nuevas zonas de la litosfera oceánica que se hundían bajo la plataforma continental.
Como la temperatura y la presión aumentaban con la profundidad, una parte de los materiales de la placa en subducción se liberaban y se fusionaba el manto suprayacente que, a su vez, ascendía a través de la corteza terrestre continental y creaba volcanes. Estos finalmente formaron un 'cinturón de fuego' alrededor del supercontinente.
Cuando el movimiento de las placas tectónicas descompuso Pangea y este supercontinente empezó a separarse formando los continentes actuales, el cinturón volcánico también se cortó en fragmentos. Empezaron a desplazarse y a distanciarse, aproximándose de nuevo después algunos fragmentos y, finalmente, formaron un nuevo cinturón pero, esta vez, mucho más pequeño. Otros se quedaron separados.
Hoy en día los continentes siguen aproximándose, lo que significa que el Circumpacífico también se reduce. Los científicos afirman que durante los últimos 3 millones de años el continente de América del Sur se mueve con una velocidad de 3,5 centímetros por año. América del Norte es más lenta, su velocidad es de 2,5 centímetros por año. La más 'rápida' es Australia, con sus 7,5 centímetros por año. La Antártida se desplaza tan solo 1 centímetro por año, mientras que Eurasia casi no se mueve. La mayoría de los volcanes activos están 'fijados' precisamente a zonas activas de la litosfera, es decir, a zonas de fallas y de juntas de las placas tectónicas que suelen ubicarse en las extremidades de los continentes, que se siguen moviendo.