Una potente erupción solar que se produjo el 9 de marzo no pudo haber sido la causa directa del terremoto en Japón. Así opina el jefe del Departamento de Física del Sol del Observatorio astronómico de Púlkovo (provincia de Leningrado), Yuri Nagovitsyn.
El terremoto de 9 grados en la escala Richter se produjo cerca de la costa noreste de Japón el 11 de marzo. El posterior tsunami causado por la sacudida alcanzó 10 metros de altura en varias regiones. La cantidad de muertos y desaparecidos, según la información oficial, superó ya las 15.000 personas.
Según explicó el científico, la meteorología del espacio ejerce cierta influencia indirecta en los procesos de la Tierra. Sin embargo, la erupción que se produjo en el Sol el 9 de marzo y alcanzó a la Tierra en de dos días no superó los límites. Nagovitsyn agregó que durante el último ciclo de actividad solar, que dura desde hace 11 años, fueran registradas unas 130 erupciones solares de una potencia similar.
El especialista también dijo que normalmente la reacción del campo magnético de la Tierra a la actividad solar casi no se nota. Así, pueden producirse leves interferencias en las radiocomunicaciones, en los sistemas de navegación de navíos y aviones o en los satélites orbitales, sin embargo, no se produce un fallo total de los equipos técnicos sino que solo se trata de interferencias particulares. Asimismo, algunas personas que padecen enfermedades crónicas o graves pueden sentirse peor, porque la perturbación geomagnética obstaculiza la permeabilidad capilar.
A su vez, su colega del observatorio de Púlkovo, Alexánder Soloviov, agregó que la actividad solar a menudo se usa para varias especulaciones e “invenciones extraordinarias” que carecen de cualquier base científica.
Así, el científico refutó las suposiciones de que el Sol se pueda estallar en 2012, que su temperatura va subiendo y las erupciones solares pronto extinguirían todo lo vivo en la Tierra. “Es un absurdo, el Sol es un astro muy estable”, subrayó, y explicó que las perturbaciones de la superficie solar no habrían podido mover la corteza terrestre bajo el territorio japonés.
Según el experto, los fenómenos que se producen en el espacio y en la Tierra tienen vínculos tan complejos que los científicos todavía no pueden decir con seguridad qué relación tienen los movimientos de la corteza terrestre con las condiciones meteorológicas locales, las condiciones en el espacio cercano y decenas de otros factores.