Expectación, y mucha, es la que causó el lanzamiento desde el cosmódromo de Baikonur de la Soyuz TMA-21, que partió rumbo a la Estación Espacial Internacional llevando en su interior tres tripulantes. La nueva misión conmemora además el 50 aniversario del primer vuelo de un ser humano al espacio exterior, protagonizado por el cosmonauta soviético Yuri Gagarin. Personalidades de todos los ámbitos fueron testigos directos del exitoso inicio del vuelo.
Irina Rodniná, campeona olímpica de patinaje artístico sobre hielo, que estuvo invitada al lanzamiento, comenta: "El lanzamiento es espectacular. No es lo mismo que verlo por la tele. Además estaban allí los especialistas que lo prepararon todo durante este tiempo. El suspiro de alivio después de que todo saliera bien y el aplauso, todo es inolvidable".
Gararin ha sido una importante fuente de inspiración para la tripulación, integrada por los rusos Alexánder Samokutiáyev, Andréi Borisenko y el estadounidense Ronald Garan. Pero también estos tres hombres han contado con el incondicional apoyo de sus familias y, especialmente, de sus esposas. Ellas han sido el soporte de estos tripulantes durante todo el exigente periodo de entrenamiento.
Y hay recompensa, porque todo el sacrificio de los tripulantes, el trabajo de los ingenieros y técnicos se hace real en el momento del despegue.
El extenso entrenamiento de la tripulación de la TMA-21, rebautizada 'Gagarin', es precisamente el secreto de la garantía del éxito.
El cosmonauta Serguéi Krikaliov, jefe del Centro de Preparación de Cosmonautas, explica: “Constituyen un verdadero equipo. Uno de los objetivos del entrenamiento que llevaron a cabo durante mucho tiempo fue conseguir entenderse sin palabras. En fin, tienen todos los conocimientos necesarios y su trabajo conjunto será fructífero.”
Los tres tripulantes de esta misión permanecerán 170 días en la Estación Espacial Internacional. Durante ese tiempo efectuarán distintos experimentos científicos en el ámbito de biología y la climatología, entre otros. Además recibirán dos transbordadores estadounidenses y tres cargueros rusos.
Por último, estos verdaderos herederos del legado de Yuri Gagarin realizarán una caminata espacial con el mismo espíritu aventurero y el firme pensamiento de seguir dando pasos en el avance de la humanidad.